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La conversación sobre salud mental y trabajo ya no es tabú: es una urgencia social y jurídica. En Asturias, la jornada “Condiciones de trabajo, inclusión y salud mental del Principado” celebrada en el Auditorio Príncipe Felipe (Oviedo, 6 de noviembre de 2025) puso el foco en el impacto real que tienen la ansiedad y la depresión en las empresas y en los derechos de las personas trabajadoras. La propia agenda institucional recogió el encuentro, que reunió a profesionales de salud, prevención y derecho laboral.
Un problema creciente en las empresas (y con rostro de mujer de 36 a 45 años)
Los datos nacionales confirman el aumento sostenido de las bajas por motivos de salud mental. En 2023 se registraron 603.521 procesos vinculados a trastornos mentales y del comportamiento, un incremento continuado desde 2016; además, la duración media de estas bajas es sensiblemente superior a la del resto de diagnósticos.
La prensa especializada señala que desde 2020 las incapacidades temporales por salud mental han crecido en torno al 72% en España, con ansiedad y depresión como causas predominantes. El perfil más afectado, según ese análisis, son mujeres entre 36 y 45 años y los sectores más golpeados son sanidad y educación.
El propio INSST (Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo) subraya que los trastornos mentales ya son la segunda causa de incapacidad temporal en nuestro país y advierte del peso de los riesgos psicosociales (altas demandas, bajo control, inseguridad laboral, etc.) en el origen del problema.
El contexto global: productividad perdida y obligación de prevenir
La OMS estima que cada año se pierden 12.000 millones de días de trabajo en el mundo por depresión y ansiedad, con un coste económico gigantesco y un impacto humano incuestionable. No es solo un asunto clínico: es organización del trabajo, gestión preventiva y derechos.
Además, las encuestas oficiales del INE reflejan que en 2023 el 14,6% de la población de 15 y más años presentaba un cuadro depresivo en las dos semanas previas a la entrevista, una cifra que ayuda a entender por qué los procesos de incapacidad por salud mental se disparan.
¿Qué hacer si estás de baja por ansiedad o depresión?
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Documenta tu situación médica (partes de baja/alta, informes de Atención Primaria y Salud Mental). Esto es clave para acreditar la contingencia común y, si procede, valorar una posible contingencia profesional cuando existan indicios de origen laboral (acoso, carga psicosocial, turnicidad extrema, etc.).
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Activa la prevención en tu empresa: la ley obliga a evaluar y gestionar los riesgos psicosociales. Si no se están valorando, puede haber responsabilidad. El INSST recomienda actuar en origen (organización, liderazgo, cargas y tiempos).
- Valora incapacidades cuando el cuadro clínico se cronifica o existen recaídas que impiden el desempeño ordinario.
Cómo puede ayudarte un despacho laboralista
En Aurora del Río, Abogada Laboral (Avilés y Oviedo) analizamos cada caso con tres palancas:
- Asesoramiento Laboral para revisar turnos, objetivos, cambios organizativos y pruebas que acrediten el origen laboral del daño psíquico.
- Incapacidades y Jubilación cuando la clínica y los informes técnicos apuntan a limitaciones persistentes para tu profesión o para toda profesión.
- Conciliación de la vida laboral y familiar, incluida la adaptación de jornada, teletrabajo o medidas de flexibilidad que disminuyan la carga psicosocial.
Si estás atravesando una baja por ansiedad o depresión, o percibes un entorno laboral dañino, consulta cuanto antes para ordenar la documentación, defender tus derechos y activar medidas preventivas. Desde Asturias, trabajamos cada día con este tipo de casos y conocemos tanto el itinerario sanitario como el jurídico para que recuperes estabilidad y no pierdas protección.